La primera gran mujer fue Eva, gracias a la cual, el ego, como la gran fuerza egoísta que desarrolla el mundo.
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Es el mismo ejemplo de Eva, que ella fue la primera en de dar eso con respecto al hombre, de lo que es reconocimiento del mal y reconocimiento del ego, ese mismo ejemplo eso existe, se realiza en todas las mujeres en toda la historia.
En todas las generaciones, ese mismo ejemplo de que justamente la revelación del mal de que la mujer revela, descubre y el hombre el varón no tanto se preocupa y no tanto ve eso, no tanto descubre eso.

La mujer es la que revela eso, y la mujer es la que está dispuesta a elevarse por encima de eso y ella es la que obliga al hombre a elevarse, ella es la que hace esta revolución, esta inversión, esto siempre viene desde el lado de la mujer, nosotros únicamente le referimos como si fuera la mujer la fuerza del ego, la fuerza de la vasija, de la carencia.

Pero eso no es cierto, no es correcto conjuntamente con eso ella también muestra el camino.

Ella también revela esa necesidad de la corrección.